Cobro por manejo de tarjetas de Bienestar y el acceso a datos de sus beneficiarios: el otro jugoso negocio de Salinas Pliego

Banco Azteca le cobra al gobierno federal cinco pesos al mes, más 80 centavos de IVA, por el ‘mantenimiento’ de cada una de las tarjetas que son destinadas para entregar recursos de programas sociales

infobae.com

A pesar de que Ricardo Salinas Pliego, el segundo empresario más acaudalado de México, se resiste a pagar una deuda de impuestos que superan los 40 mil millones de pesos, de acuerdo con Raquel Buenrostro, titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el dueño de TV Azteca ha ganado millones de pesos con el dinero público destinado a los programas sociales.

En una investigación realizada por el semanario Proceso, se consigna que Banco Azteca, otra de las compañías del magnate, se benefició en 2019 con al menos 300 millones de pesos, gracias a un contrato que le asignó de manera directa el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Según el periodista Álvaro Delgado, la millonaria ganancia fue solo por el manejo de cuentas de las tarjetas Bienestar, que se usan para dispersar la ayuda a los más necesitados.

Cabe mencionar que, Banco Azteca, fundado en 2002, aseguró al inicio del sexenio de la autollamada “Cuarta Transformación” que no cobraría ninguna comisión por el uso de las tarjetas para entregar los recursos de los programas sociales a los beneficiarios. “No era cierto”, reviró el periodista.

La ayuda para adultos mayores es depositada en Banco Azteca (Foto: Twitter@ConfidencialMx_)

Por si fuera poco, el banco de Salinas Pliego no sólo cobra por el manejo de las tarjetas, sino que, puede acceder a la base de datos de los programas sociales, utilizar los datos personales de sus beneficiarios, e incluso, cobrar de esas tarjetas adeudos por la compra de artículos en las tiendas Elektra (otro de los negocios Ricardo), de acuerdo con la copia del contrato en poder de Proceso.

Para ello, firmó un contrato con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) cuando la oficial mayor era Raquel Buenrostro, funcionaria de toda la confianza de López Obrador

El pasado 24 de febrero, trascendió en los medios que un hombre de 63 años fue hallado muerto en su domicilio del municipio de Huehuetoca, en el Estado de México, junto a una nota supuestamente escrita por él en la que acusaba a Banco Azteca de robarle todos sus ahorros.

Agentes de la Policía municipal se presentaron en el domicilio y encontraron en su interior al hombre colgado por el cuello de una cadena metálica. Junto al cadáver, hallaron una cartulina con un texto en el que aparentemente explicaba el motivo de su suicidio: “Para las autoridades, con todo respeto doy a conocer que es mi voluntad quitarme la vida, ya que el personal del Banco Azteca me vació mi cuenta de ahorro, con la cantidad de un millón diez mil pesos”

Su carta de despedida incluía asimismo una posdata en la que criticaba la gestión del presidente: “También [Andrés Manuel] López Obrador nos quitó la ayuda económica y el Seguro Popular”, escribió.

La administración de la 4T desapareció el Seguro Popular, y en su lugar, anunció la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), con el objetivo de brindar servicios de salud gratuitos a la población que no está inscrita en los esquemas de seguridad social.

Salinas Pliego suele realizar dinámicas para regalar a usuarios de Banco Azteca artículos de la tienda Elektra, pero muchos acusan que es una estrategia para lavarse la cara por su millonario adeudo con el SAT (Foto: Twitter/RicardoBSalinas)

En 2020, durante los primeros meses más críticos de la pandemia en México, Ricardo Salinas Pliego se negó a seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias de la Ciudad de México que solicitaba el cierre de negocios no esenciales, pues las tiendas Elektra y la cadena Banco Azteca siguieron operando en su horario habitual por lo que a diferencia de otras compañías, continuaron generando ingresos; sin mencionar a su colegio privado Humanitre, ubicado en Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de la capital mexicana.

“No, no pienso pagar ni un rábano”, respondió el empresario en su cuenta de Twitter tras el reclamo de un usuario que le recordó la deuda de impuestos.